Expertos alertan sobre el riesgo de financiar vacaciones y recomiendan límites claros para evitar problemas económicos al regresar.
En 2025, los colombianos están dispuestos a gastar más que nunca en sus vacaciones, pero el entusiasmo por viajar puede traer una consecuencia indeseada: endeudarse. Según un estudio de Booking, el 66% de los viajeros nacionales aumentará su presupuesto de descanso frente al año anterior, priorizando destinos internacionales sobre locales.
El economista Ernesto Campos, docente de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), advierte que el impulso de gastar más allá de las posibilidades, alimentado por la presión social y el crédito fácil, puede afectar gravemente las finanzas personales, especialmente entre menores de 35 años y hogares con ingresos inestables.
Campos subraya que financiar un viaje debería ser una excepción, ya que las vacaciones no generan valor económico futuro y pueden convertirse en una carga de facturas pendientes. Recomienda no superar el 10% de los ingresos anuales o el 30% del ahorro disponible para cubrir el gasto vacacional.
Además, insta a evitar errores comunes como no contemplar todos los gastos asociados, abusar de las tarjetas de crédito o no planificar con suficiente antelación. Sugiere aplicar la regla 50/30/20: destinar el 50% del ingreso a necesidades básicas, el 30% a ocio incluyendo viajes y el 20% al ahorro.
Para una experiencia más segura, el experto propone un “kit de finanzas saludables para el verano”: seguro médico y de cancelación, tarjeta sin comisiones en el extranjero, documentación digitalizada, eSIM internacional y presupuesto diario controlado con la “regla de las 24 horas” para evitar compras impulsivas.