En 2019 se diagnosticaron en Colombia 14.886 casos de tuberculosis, 1.562 de ellos en Bogotá.
En 2019 se diagnosticaron en Colombia 14.886 casos de tuberculosis, 1.562 de ellos en Bogotá. Ese mismo año el Instituto Nacional de Salud (INS) registró 303 casos de contagio por tuberculosis en trabajadores de la salud, que representan el 2,06 % del total de casos en el país.
El escenario epidemiológico de la tuberculosis no es ajeno al campo de la salud y seguridad en el trabajo, especialmente en trabajadores de este sector. Se reconoce que ellos están expuestos a numerosos peligros derivados de sus actividades laborales, entre ellos los contaminantes biológicos.
La profesora Ana Helena Puerto, de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que “la búsqueda y detección de casos sintomáticos respiratorios es muy importante para lograr el diagnóstico oportuno en pacientes con la sintomatología propia de la tuberculosis”.
Este fue el objetivo del seminario “Intervención educativa sobre tuberculosis y sintomático respiratorio para trabajadores de la salud”, adelantado por el Grupo de Investigación Salud y Cuidado de los Colectivos de la UNAL y diseñado por la académica Puerto, en el que participaron 100 trabajadores del Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN), 69 % mujeres y 30 % enfermeras.
“Una de las prioridades de este trabajo de formación es identificar el nivel de conocimientos relacionados con las acciones de búsqueda y detección de casos sintomáticos respiratorios de tuberculosis en trabajadores de la salud en una institución hospitalaria”, explica la docente.
El concepto de “trabajadores de la salud” dado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye no solo a los proveedores de cuidados de la salud, sino a todos aquellos que suministran estos servicios en todos los sectores, desde el personal de limpieza y de vigilancia hasta quienes se ocupan de las adquisiciones y de la organización, es decir, todos los involucrados en el sector de la salud, incluso aquellos que atienden a domicilio.
Los principales síntomas de la tuberculosis pulmonar son bajar de peso y presentar fiebre, sudoración nocturna, inapetencia y tos.
La docente explica que “la secreción respiratoria de moco o líquidos provenientes de los pulmones también son una alerta. A todo paciente tosedor con 15 días de evolución, con expectoración o sin esta, se le debe diagnosticar tuberculosis”.
“Sin embargo, cuando no son tosedores se puede tomar una muestra por aspirado, cultivos o una prueba PCR, según el laboratorio. En el HUN contamos con los estudios necesarios para identificar si es tuberculosis”.
Señala además que “la infección se agrava mucho más en pacientes con VIH, y también depende de algunos determinantes sociales como pobreza, hacinamiento, desnutrición o malas condiciones de trabajo, particularmente para trabajadores de la salud.
La preparación del personal de salud va desde una orientación guiada hasta la protección física: “deben estar aislados y utilizar tapabocas N95 –considerado como el dispositivo más efectivo para controlar la tuberculosis en las instituciones de salud–, usar bata y guantes, entre otros elementos que les permitan poner una barrera contra esta infección contagiosa”, indica la docente Puerto.
“Al detectar a un paciente con tuberculosis se debe hacer un rastreo: se sugiere realizar un estudio tanto de la familia como de los compañeros de trabajo más próximos, pues se trata de identificar, controlar y educar. El tratamiento contempla de 3 a 9 meses, según la medicación farmacológica indicada”, destaca la académica.
Por último, señala que “la OMS plantea que la educación para la salud es una herramienta para mejorar las condiciones de salud del individuo, la familia y los colectivos, pues desarrolla conocimientos para promover el cuidado y prevenir la enfermedad”.