El golpe a la economía, el distanciamiento social y las relaciones de pareja son algunas de ellas.
La pandemia transformó las dinámicas sociales, política y económicas e impuso nuevos retos y desafíos en la sociedad.
Se pasó de la oficina al trabajo en casa; al distanciamiento social con familiares y amigos y a compartir más tiempo con la pareja.
Para Laurent Marchal-Bertrand psicólogo y docente de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, adaptarnos a la nueva realidad no ha sido una tarea fácil pero sí una lección de vida que ha dejado grandes retos y aprendizajes.
Aislamiento y distanciamiento social: el hombre es un ser social por naturaleza, y en el trascurso de esta pandemia se ha visto obligado a aislarse de su entorno social y a mantener una distancia con las personas, lo que implica un cambio en la forma de relacionarse, incluso de saludarse.
Esta distancia social y aislamiento es la que más consecuencias emocionales trae, y probablemente más secuelas en la salud mental va a tener.
El espacio laboral: muchos nos vimos obligados a traer nuestras oficinas a nuestras casas rompiendo con la frontera que teníamos entre lo laboral y lo personal y nos vimos expuestos en nuestra más profunda intimidad y nuestros horarios de trabajo se confundieron con los horarios de familia y ocio.
Mientras que otras personas se vieron obligados a entrar en una oficina con prácticas de bioseguridad que seguramente complicaban las diferentes tareas que se deben hacer. Tenemos que crear costumbres que implique el autocuidado y el cuidado de otros.
La vida de pareja: probablemente muchas de las parejas han tenido que convivir mucho más tiempo de lo que estaban acostumbradas, la sexualidad según algunos estudios se ha visto afectada y se ha notado un incremento en las estadísticas de la violencia intrafamiliar.
La invasión de la tecnología en la vida de las personas: este era ya un fenómeno que se presentaba, pero la pandemia obligó a las personas a conectarse por mucho más tiempo sea para el trabajo o para el ocio, las alternativas de entretenimiento se redujeron a uso de la tecnología. El uso de celulares, tabletas, computadores ya se convirtieron en elementos de primera necesidad, con el agravante que muchos de esos equipos pueden por el mal uso generar adicciones comportamentales.
El duelo de las personas que se fueron: Esta pandemia trae consigo la muerte de muchas personas, pero los ritos que la gente tiene para despedirse han cambiado y en muchos casos ni siquiera han podido realizar una despedida de forma adecuada, existe un sufrimiento grande por parte de las personas que perdieron un ser querido y que lastimosamente no pudieron despedir. Adicionalmente se puede presentar en algunas personas mucha culpa por haber traído el virus a casa y sentirse responsables de la enfermedad y la muerte de estos seres queridos.
El aislamiento de los niños: El nivel de actividad ha bajado, el contacto con sus amigos se ha perdido, las celebraciones de cumpleaños, el juego en el colegio, todo eso ha desaparecido. Su retorno en alternancia plantea retos importantes en el respeto de los protocolos de bioseguridad y el distanciamiento social.
Las madres son persona que probablemente han sufrido el rigor de la pandemia, ellas en la medida de sus posibilidades se vieron obligadas a renunciar a sus trabajos para hacerse cargo de sus hijos y asumir el reemplazo de los profesores. Esta condición generó una disminución económica en la familia y probablemente un incremento de las sensaciones de ansiedad y tristeza. El retorno al trabajo para muchas de ellas es aún incierto ya que las condiciones no permiten que sus hijos retornen a clases de forma presencial y completa. Esto también incrementa la desigualdad que existe entre el hombre y la mujer en el mundo laboral.
La economía: las angustias que surgen después de la pérdida o disminución de ingresos es un elemento para tener en cuenta. Muchas familias perdieron completamente sus fuentes de ingresos y se vieron incluso obligados a recurrir a las pocas ayudas estatales. Esto sucedió en todos los estratos socioeconómicos. Esta recuperación va a ser lenta y progresiva y dependerá de los gobiernos y de las políticas nacionales que este hueco que se ha generado se recupere.