De sorprendente y bochornoso califican lo que pasó en el clásico Brasil-Argentina, suspendido por acción de la autoridad sanitaria brasileña.
Solo iban siete minutos del clásico suramericano Brasil-Argentina, por la eliminatoria a Catar 2022, cuando la autoridad sanitaria decidió intervenir, pidiendo la deportación o extradición de cuatro jugadores gaúchos, quienes habrían violado normas relacionadas con el covid-19 y mintieron al llenar el formulario de ingreso en el aeropuerto.
Y es que de acuerdo con las leyes brasileñas en contra de la pandemia originada por el covid-19, está establecido que quienes ingresen procedentes del Reino Unido deben guardar cuarentena de dos semanas, lo que no fue cumplido por cuatro de los integrantes del seleccionado argentino, que hicieron parte del once inicialista.
Los implicados en este escándalo son Emiliano Martínez, Cristián Romero, Nicolás Otamendi y Giovanni Lo Celso, quienes juegan en equipos de la Premier League en el Reino Unido.
Los cuatro jugadores argentinos habrían llenado un formulario a su ingreso a Brasil manifestando que no venían de Inglaterra.
Y ahí fue troya. Siete minutos después de iniciado el esperado duelo suramericano, un representante de la autoridad sanitaria brasileña, acompañado de miembros de la Fiscalía Brasileña, ingresó al terreno de juego exigiendo el cumplimiento de las leyes del gigante suramericano, por lo que los mencionados jugadores argentinos debían ser deportados o extraditados.
El seleccionado argentino, en cabeza de su astro y capitán Lionel Messi, decidió abondonar el campo de juego, ocasionando la suspensión del compromiso, válido por la Eliminatorias suramericanas al Mundial de Catar 2022.
El clásico sumeramericano fue suspendido. Aún no se sabe cuándo se podría jugar el compromiso.
Mientras que el mundo considera el hecho de bochornoso, la Asociación de Fútbol Argentino, AFA, ha amenazado con demandar el compromiso y que le adjudiquen los tres puntos en el escritorio.