Entre enero y octubre de este año se han registrado 2.122 suicidios, de los cuales 227 fueron niños.
Los departamentos con mayor número de suicidios de menores de edad, de enero a octubre de 2021, fueron: Antioquia (34), Valle del Cauca (25), Bogotá (18), Santander (17) y Cauca (14).
“Los problemas familiares, la mala situación económica y las pérdidas escolares son algunas de las causas principales de los casos de suicidio infantil en el país, lo que hace urgente que se adopten acciones para prevenirlo”, dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, al presentar el primer boletín de seguimiento al fenómeno del suicidio infantil en Colombia de la Defensoría del Pueblo.
Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), los problemas familiares son un factor importante en todos los grupos de edad; sin embargo, de los 5 a los 19 años su proporción es mayor (entre el 36,5% y el 46,2 %). El maltrato físico, psicológico o sexual y los problemas del entorno educativo o escolar se presentan en mayor proporción entre los 5 y los 14 años (entre el 10,7% y el 20,2 %).
“Por esto, son valiosos todos los esfuerzos para evitar que niños, niñas y adolescentes tomen la decisión de resolver sus problemas de manera fatal. Una de las maneras es fomentar las habilidades de los padres o cuidadores para que detecten o identifiquen problemas emocionales y de comportamiento de los menores de edad, para que puedan adoptar a tiempo medidas de contención, con apoyo psicosocial”, agregó el Carlos Camargo.
De acuerdo con el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre enero y octubre de 2021 se registraron 2.122 suicidios, de los cuales 227 fueron de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años. Para el mismo lapso de 2020 habían sido reportados 222 casos.
“Nos preocupa de manera especial el aumento de los casos de suicidios en la niñez indígena, sobre todo en los departamentos de Chocó, Amazonas y Vaupés”, aseguró el Defensor del Pueblo.
Según el boletín de la Defensoría del Pueblo, desarrollado por la lDelegada para la Infancia, la Adolescencia y el Adulto Mayor, uno de los temas que se debe analizar es cómo la crisis sanitaria y las restricciones económicas y sociales por la pandemia del COVID-19 están repercutiendo en el bienestar mental y aumentaron los factores de riesgo para el suicidio, en especial de niños, niñas y adolescentes.
“Ante este complejo panorama, con cifras que tan elevadas, hacemos un llamado a toda la sociedad para trabajar en la construcción de relaciones familiares sanas, donde se les brinde confianza, apoyo y seguridad a nuestros niños, niñas y adolescentes. Esa es la primera tarea de protección que debemos hacer para prevenir los suicidios”, concluyó Carlos Camargo.
Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), mitigar los factores de riesgo para reducir los medios de suicidio y potenciar los factores de protección para fomentar la resiliencia, pueden reducir de manera eficaz las tasas de suicidio.