Afecta hasta al 16% de los adultos mayores y puede aumentar el riesgo de mortalidad. Prevenirla es clave para una vida más larga y activa.
A partir de los 30 años comienza una pérdida gradual de masa muscular que, con el tiempo, puede transformarse en una amenaza silenciosa: la sarcopenia. Esta condición, que afecta entre el 10% y el 16% de los adultos mayores en el mundo, se asocia con fragilidad, caídas, pérdida de autonomía y un mayor riesgo de muerte, según advierten especialistas en salud y nutrición.
De acuerdo con el médico nutriólogo Nataniel Viuniski, miembro del Consejo para Asuntos Nutricionales de Herbalife, esta patología no solo reduce la fuerza y la movilidad, sino que también altera procesos metabólicos vitales como la regulación de la glucosa y la temperatura corporal. “Los músculos son esenciales para mantener la autonomía. Su deterioro compromete tanto la funcionalidad como el metabolismo”, explicó.
Investigaciones recientes, como la publicada en Journal of Bone and Mineral Research, confirman que la baja masa muscular incrementa significativamente la mortalidad, especialmente en mujeres mayores de 65 años. Además, la sarcopenia suele acompañarse del aumento de grasa visceral, lo que eleva el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
La prevención, según Viuniski, debe iniciar desde edades tempranas, priorizando una alimentación rica en proteínas de alto valor biológico, ejercicios de fuerza y, cuando sea necesario, suplementación nutricional. En adultos mayores, la ingesta diaria de proteína debe ser entre 1,0 y 1,5 gramos por kilo de peso, dependiendo de su estado de salud.
Por su parte, la nutricionista Talía Pinto resalta la importancia de otros nutrientes clave como el calcio, la vitamina D, el hierro y la vitamina B12, que fortalecen los huesos y apoyan funciones metabólicas esenciales. También recomienda un alto consumo de fibra, frutas, verduras y legumbres, así como una adecuada hidratación diaria para prevenir complicaciones comunes en la vejez.