El órgano se descubre por accidente y funciona como un “amortiguador” para los órganos del cuerpo.
Investigadores médicos de Estados Unidos descubrieron, casi por casualidad, lo que parece ser un órgano humano hasta ahora desconocido. El llamado “intersticio” se extiende por el cuerpo como una red de canales llenos de líquido, que funcionan como amortiguadores para nuestro cuerpo. Por desgracia, parece que esto está relacionado con la forma en la que las células cancerosas se transportan de un lado a otro.
Al realizar una endoscopia de rutina, procedimiento que consiste en insertar una cámara delgada en el tracto gastrointestinal de una persona, los doctores descubrieron unas cavidades que no coincidían con ninguno de los registros médicos sobre anatomía.Hasta ahora sólo se sabía que las capas de tejido que hay debajo de la piel eran densas.
“Este órgano probablemente nunca se haya visto antes porque los enfoques estándar para procesar y visualizar el tejido humano hacen que los canales se drenen y que las fibras de colágeno que le dan a la red su estructura se colapsen sobre sí mismas. Esto habría hecho que los canales parecieran una pared dura de tejido protector denso, en lugar de un cojín lleno de líquido”, explican los investigadores en su reporte.
El equipo llevó sus hallazgos a Neil Theise, un patólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, quien corroboró los resultados –con un dispositivo de endomicroscopía– encontrando estos conductos en su propia nariz.
Una investigación adicional en otros órganos sugirió que estos patrones están hechos por un tipo de líquido que se mueve a través de canales que están en todas partes del cuerpo. De ser cierto, el intersticio ocuparía una quinta parte del volumen total de líquido del cuerpo humano.
Theise analizó muestras tomadas de personas con cánceres invasivos, en las que se encontró evidencia de que las células cancerosas que habían salido de sus tejidos originales, podrían encontrar su camino en estos canales directamente hasta el sistema linfático.
“Una vez que entran, es como si estuvieran en un tobogán acuático. Tenemos una nueva ventana sobre el mecanismo de diseminación tumoral”, explico el doctor Theise.
Los investigadores creen que este órgano podría estar involucrado en algunos trastornos inflamatorios, como los edemas.
La investigación sobre estos ductos apenas inicia, pero los científicos esperan que esto pueda servir para realizar diagnósticos de cáncer más tempranos, lo que se traduce en más vidas salvadas.