La menor de trece años permanece dormida hasta tres semanas consecutivas, dice su madre Marleny Tovar. Hasta los diez años no dormía, pero desde hace tres entra en largos periodos de sueño.
Desde su nacimiento, hace trece años, la vida de Gina Sharik Ávila Tovar ha tenido que ver con el sueño.
En sus primeros años de existencia, desde los dos hasta los diez, tenía inconvenientes para conciliar el sueño y permanecía largos periodos despierta, hasta que sus padres decidieron buscar ayuda médica y entonces le suministraron medicamentos para dormir.
Desde hace tres años su historia cambió. Ahora entra largos periodos de hasta tres semanas consecutivas sin despertar, dice su madre Marleny Tovar, una mujer de 43 años nacida en el municipio de Purificación (Tolima) y desde hace 20 se encuentra radicada en el municipio de Acacías.
En estos momentos va a cumplir ocho días dormida, dice la señora.
Inicialmente creía que era producto de la droga que se le había suministrado, pero los médicos comprobaron que ella padece el síndromo de Kleine Levin, o de la 'Bella Durmiente'.
Ella es uno de los tres casos en el mundo, agrega la mamá de Gina Sharik.
De acuerdo con estudios científicos, el síndrome de Kleine-Levin consiste en que quien lo padece entra en un estado de sueño que puede durar horas, semanas y hasta meses.
En el caso de Gina Sharik ha durado hasta tres semanas dormida, dice Marleny con voz de resignación.
Cuando ella despierta, dice Marleny, ella pregunta en qué día estamos y asiste a la institución educativa 20 de Julio en Acacías en donde cursa el sexto grado. Su proceso de aprendizaje es especial, pues los profesores solo le evalúan sobre lo que estudia.
Cuando el periodista le pregunta sobre cómo hace para alimentar a Gina Sharik, Marleny responde de inmediato: Con una jeringa!...aprendí a prepararle alimentos licuados que le suministro a diario. Eso es todo un proceso para garantizarle una alimentación que la nutra en sus largos periodos de sueño.
Ginna Sharik hoy pesa entre 26 o 27 kilos, dice Marleny
Marleny, quien hasta hace algunos años se ganaba la vida vendiendo arepas en la plaza de mercado en el centro de Acacías, dejó de trabajar para dedicarse por completo al cuidado de su hija.
Vive en un pequeño apartamento de dos habitaciones en el barrio El Dorado en donde paga arriendo. Comparto baño y cocina con la dueña de la casa, afirma.
Vive la caridad de sus vecinos y de la ayuda que le suministran los sacerdotes de las iglesias El Sagrado Corazón, Divino Niño y la del barrio Bachué. Ellos, desde que conocieron mi triste historia me han ayudado en la medida de sus posibilidades, enfatiza Marleny.
Por eso hace un llamado a quienes puedan colaborarle para hacer menos dura la vida, junto a su otro hijo de 11 años, que afortunadamente no padece el rarísimo síndrome.
Marleny, en medio de su infinita tristeza, espera que con su hija Gina Sharik suceda lo mismo con la 'Bella Durmiente de los hermanos Grimm. Que aparezca un principe que la despierta de esos largos periodos de sueño. Que rompa esos cercos de espinos que durante más de cien años mantuvieron encerrada a Preciosa Rosa.
Ella espera, que algo o alguien encuentre la cura para su hija Gina Sharik, no importa que sea un príncipe valiente que bese a su hija y la regrese a la vida normal de todos los mortales.
Mientras tanto ella seguirá batallando sola, como la ha venido haciendo desde aquél día en que el padre de sus hijos "decidió largarse" y abandonarlos para siempre, a la espera que un mañana, no muy lejano Gina Sharik despierte para siempre de esos profundos letargos en que se va de este mundo terrenal.