En esta Navidad conoces cómo los regalos influyen emocionalmente en los niños y por qué su significado importa más que el objeto.
Durante la Navidad, el acto de entregar regalos a los niños se convierte en un proceso cargado de significado emocional que influye en su desarrollo afectivo. Según expertos en educación emocional, los objetos no son el centro del aprendizaje; lo esencial es la experiencia y el gesto que representan.
La Dra. Rosa Domínguez Martín, profesora e investigadora en educación emocional y directora del Grado en Pedagogía de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, explica que los regalos activan circuitos cerebrales asociados a la recompensa y al apego. La manera en que se recibe un regalo puede reforzar valores como gratitud, empatía y respeto por los demás.
El mercado global de juguetes y juegos educativos alcanzó 96.130 millones de dólares en 2025, con proyección de superar los 104.460 millones en 2030. Sin embargo, los expertos advierten que la sobreestimulación por la cantidad o el valor económico de los regalos puede generar efectos negativos como baja tolerancia a la frustración o expectativas irreales.
Para maximizar el valor emocional del regalo, se recomienda limitar la cantidad y priorizar la calidad educativa y afectiva. Los regalos deben convertirse en un mensaje que refuerce vínculos, reconozca el esfuerzo de quien los entrega y fomente la conexión familiar.
Además, involucrar a los niños en la elaboración o elección de regalos para otros contribuye a desarrollar la empatía y el sentido de solidaridad, mientras que abrir los regalos de forma reflexiva ayuda a comprender el significado detrás del acto.