¿Más frio en Norteamérica que en Marte?

El cambio climatico empieza hacer de las suyas, aunque personalidades como el presidente Trump o Vladimir Putin digan que no existe.

Es así que el 20 de diciembre se registró por medio del robot Curiosity que recorre una zona marciana cerca del ecuador, temperaturas de -23° Celsius.

El viernes 30, mientras en Marte el termómetro marcó -20° C, en Edmonton y otras ciudades canadienses, estuvo en -40 °C.

Una comparación que, de todas maneras, no es exacta: al ser la atmósfera de Marte 1.000 veces más delgada que la terrestre, significa que a una temperatura dada no se sentiría lo mismo acá que allá.

En Marte, donde hay poco vapor de agua y pocas moléculas de aire, la persona no se sentiría tan fría. Pero en la peor parte del invierno, en Marte la temperatura cae muchísimo más.

Ciudades canadienses como Toronto han llegado a extremos similares a los del Polo Norte, haciendo los gélidos vientos que la sensación térmica sea hasta 8° C peor: de -14 que marca el termómetro se siente como si fuera -22° C.

 El jueves pasado en el observatorio del monte Washington en New Hampshire, el pico más alto en el nordeste estadounidense, la temperatura alcanzó -37 grados Celsius, rompiendo el récord de -35 de 1933.

Es un tiempo gélido que forma parte del frío del Ártico que se asentó sobre grandes franjas de Norteamérica, que amenaza congelamiento de quien quede a la intemperie. Un perro, según The Atlantic, fue hallado tieso como hielo en un portón en Toledo, Ohio.

Un frío que llevó al presidente de Estados Unidos Donald Trump a afirmar la semana pasada que era señal de que no existía el calentamiento global.

Para los expertos, el este evento tan extremo podría ser una consecuencia del cambio climático, pues aunque el Ártico se está calentando al doble del resto del planeta, induce tiempos fríos extremos en regiones del nordeste norteamericano y oeste medio.