En Colombia, más de 1.2 millones de personas enfrentan discapacidad visual. Las mujeres son las más afectadas.
En Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), más de 1.2 millones de personas sufren de discapacidad visual, siendo 236.076 los casos de ceguera y el resto enfrentando discapacidades visuales moderadas a severas. Esta situación resalta la urgente necesidad de atender la salud visual en el país, especialmente en zonas rurales, donde el acceso a tratamientos es limitado.
Las cataratas, principales causantes de la ceguera reversible, afectan a un gran porcentaje de la población. Este trastorno ocular se presenta cuando el lente cristalino del ojo se opaca, lo cual puede ocurrir de forma congénita o adquirida. Las causas de las cataratas incluyen enfermedades metabólicas como la diabetes, el trauma ocular, el uso prolongado de fármacos como los corticoides, la exposición a radiaciones ultravioletas, y, especialmente, el envejecimiento. En Colombia, se observa que la prevalencia de cataratas es mayor en mujeres, lo que está relacionado con su mayor esperanza de vida en comparación con los hombres.
“Las cataratas son la principal causa de ceguera reversible en el mundo. Con acceso a cirugía, los pacientes pueden recuperar su visión”, explica el Dr. Marcelo Carrizosa, docente del programa de Optometría en la Universidad El Bosque. Sin embargo, en las zonas más apartadas de Colombia, el acceso a la cirugía es limitado, lo que agrava la situación para muchas personas adultas mayores.
Estudios científicos revelan que en países de ingresos bajos y medianos, como Colombia, existe una inequidad de género en el tratamiento de las cataratas. Las mujeres tienen menos acceso a la cirugía de catarata que los hombres, lo que refuerza las desigualdades de salud en la región. La prevalencia de ceguera en ambos sexos es similar a partir de los 50 años, pero las mujeres siguen siendo las más afectadas por este problema visual.
La detección de cataratas es generalmente clínica y el tratamiento principal es la cirugía. En Colombia, los oftalmólogos están capacitados para realizar procedimientos como la facoemulsificación, un tratamiento menos invasivo que desintegra la opacidad del cristalino mediante ultrasonido, favoreciendo una rápida recuperación. Tras la intervención, los pacientes suelen recibir una lente intraocular que reemplaza el cristalino opaco, lo que les permite recuperar la visión de manera efectiva.
La responsabilidad del autocuidado es esencial. Si se experimentan síntomas que afecten la visión, es fundamental consultar a un oftalmólogo o un optómetra lo antes posible. Los avances tecnológicos en la cirugía de cataratas han mejorado significativamente la calidad de vida de los pacientes, quienes en muchos casos logran recuperar una visión óptima y, en algunos casos, prescindir del uso de gafas después de la operación.