El presidente Gustavo Petro anunció que las concesiones viales que culminen pasarán a la Nación, abriendo el debate sobre el futuro de los peajes.
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El presidente Gustavo Petro informó que las concesiones viales que finalicen no serán prorrogadas, sino que pasarán a manos del Estado. El jefe de Estado dio instrucciones al Ministerio de Transporte y a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para evaluar si el Gobierno puede sostener con recursos propios el mantenimiento de las carreteras.
Petro precisó que los peajes solo cubren costos de sostenimiento y no de construcción, lo que permitiría, en determinados casos, transferir vías ya edificadas al Instituto Nacional de Vías (Invías) y reducir tarifas sin beneficio particular para privados.
El mandatario advirtió que el verdadero reto está en garantizar un mantenimiento eficaz. Por ello, pidió fortalecer un departamento especializado en el Ministerio de Transporte que evite el deterioro de las troncales, comparando la situación con los problemas de infraestructura en Bogotá.
En su discurso, el presidente también instó a transportadores y comunidades locales a participar en comités que acompañen los estudios técnicos y financieros. Su visión, dijo, es que al revertirse las concesiones sea posible levantar peajes y convertir las carreteras en bienes públicos de acceso libre.
Petro cuestionó el modelo de privatización que ha predominado en el país y lo calificó como un obstáculo para la construcción de “carreteras de la Paz” en regiones apartadas. Según el mandatario, el esquema actual privilegia la rentabilidad privada sobre las necesidades sociales.
Finalmente, ordenó a la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, acelerar la implementación del programa Vías Campesinas e invitó a las juntas de Acción Comunal y asociaciones campesinas a sumarse a este proceso, con el objetivo de transformar el modelo vial hacia uno más equitativo y sostenible.