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Familias del Meta vuelven a sus tierras

La Unidad de Restitución de Tierras entregó 114 hectáreas a la familia Arce en Lejanías, Meta, víctimas del desplazamiento forzado.

Familias del Meta vuelven a sus tierras

En un emotivo acto realizado el 11 de diciembre de 2024 en la vereda Lucitania, municipio de Lejanías, Meta, la Unidad de Restitución de Tierras (URT) entregó oficialmente tres predios a la familia Arce Caballero. Con la presencia de autoridades locales como la jueza Carolina Guevara, el personero Héctor Cubides y miembros de la Fuerza Pública, la URT cumplió con la orden del Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Villavicencio. Esta decisión favorece a los 28 herederos de la familia, quienes ahora reciben nuevamente las tierras que les fueron despojadas por las extintas Farc-Ep.

Los predios restituidos incluyen “El Vergel” (44 hectáreas), “El Vergel 2” (43 hectáreas) y “El Mirador” (25 hectáreas), los cuales fueron abandonados por la familia Arce en 2004 debido a las amenazas y actos violentos perpetrados por guerrilleros. Tras varios años de desplazamiento, la familia ha podido regresar a su tierra, un proceso que se ha visto acompañado por un subsidio de 40 salarios mínimos para apoyar un proyecto productivo de ganadería bovina de ceba y levante.

Martha Cecilia Arce, beneficiaria de la restitución, expresó su agradecimiento: "Es el mejor regalo de Navidad, después de tanto sufrimiento. Ahora podemos seguir cultivando en compañía de nuestros hermanos, hijos, sobrinos y nietos".

La historia de los Arce comienza en 1973, cuando adquirieron estos predios para cultivar fríjol, plátano y café, y criar ganado y otros animales. Sin embargo, en 1991, la presencia de las Farc-Ep alteró la paz de la familia, quienes fueron amenazados de muerte y finalmente obligados a huir en 2004, cuando la vivienda fue incendiada por los guerrilleros. Con el tiempo, y tras la muerte de sus padres, los herederos acudieron a la URT para iniciar el proceso de restitución.

Hoy, después de años de lucha legal, la familia Arce vuelve a ser propietaria de sus tierras, lo que les permitirá retomar sus actividades agrícolas y ganaderas, y recuperar la tranquilidad que perdieron hace más de dos décadas.