Las mujeres en Latinoamérica son empujadas al narcotráfico por pobreza y exclusión, según un estudio que evidencia su vulnerabilidad y criminalización
Un estudio liderado por Jaime Andrés Wilches, investigador del Politécnico Grancolombiano, revela que la participación femenina en el narcotráfico está estrechamente ligada a condiciones de pobreza y exclusión social. Las mujeres, al carecer de empleos dignos y políticas públicas efectivas, son atraídas por esta economía ilegal como una aparente salida económica, aunque con altos riesgos y vulnerabilidad.
El informe destaca que las mujeres no solo son reclutadas para tareas menores, sino que cumplen roles esenciales en toda la cadena logística, desde la producción y distribución hasta el lavado de dinero. Sin embargo, esta exposición las coloca en mayor riesgo de ser capturadas y judicializadas. Más del 60% de las mujeres encarceladas en Latinoamérica cumplen condenas por delitos no violentos vinculados al narcotráfico.
Wilches señala que las organizaciones criminales se aprovechan de la falta de oportunidades para presentarse como una alternativa laboral. No obstante, las mujeres terminan siendo blanco fácil de las autoridades al ocupar roles más visibles, mientras los hombres se mantienen en posiciones de menor exposición.
El estudio también critica la representación mediática del rol femenino en el narcotráfico, a menudo reducido a imágenes sexualizadas o secundarias. En realidad, las mujeres cumplen funciones críticas y de alto riesgo, lo que evidencia un problema estructural más complejo.
El investigador concluye que la solución no pasa únicamente por fortalecer las acciones judiciales, sino por implementar políticas públicas efectivas que garanticen empleos dignos y reduzcan la brecha de género, atacando así las raíces del problema.