Este lunes, el Mandatario suscribió la norma que les permite a las autoridades confiscar cualquier cantidad de droga.
“Vamos a judicializar a los jíbaros. No se trata de llevar a la cárcel al consumidor; se trata de quitarle la dosis y destruirla porque esa sustancia le hace daño a la salud pública y a los niños”, dijo Duque durante la firma del decreto, este lunes por la mañana.
Así, de hecho, desde ahora, queda prohibido portar o consumir estupefacientes en espacios públicos, y, a quienes sean sorprendidos haciéndolo, las autoridades no solo les decomisarán esas dosis, sino que les impondrán multas hasta de 208.000 pesos.
“Tenemos que capturar y llevar a la justicia a los jíbaros, a los expendedores, a los que están contaminando a los niños en las afueras de los colegios”, había dicho Duque en el ‘Taller construyendo país’ que tuvo lugar en Villavicencio.
“Colombia tiene una actitud frente al problema de las drogas que se basa en un principio: nosotros no estamos dispuestos como sociedad a tirar la toalla para que la droga siga destruyendo hogares, no queremos ver cultivos ilícitos creciendo, acabando con el medio ambiente, no queremos ver más carteles arruinando la institucionalidad”, agregó.
Explicó que el decreto solo representa una parte de una política integral antidrogas y celebró que ese enfoque haya sido respaldado en las Naciones Unidas.
Pero la estrategia tiene más aristas: Duque anunció que su nueva política antidrogas incluye un llamado a los colombianos, para que desde el hogar y desde el colegio se trabajen en el propósito de alejar a los niños de las drogas, haciendo uso de la pedagogía.
“Son cientos de miles de consumidores en nuestro país y están creciendo. Como presidente tengo que decirles que ha llegado el momento de retomar la pedagogía desde la familia y desde el colegio para que los niños crezcan rechazando las drogas”, dijo.
También hizo un llamado a alcaldes y gobernadores para que avancen en la búsqueda de mecanismos que permitan atender a los adictos a las drogas.