Si eres un fanático de los gatos y un fanático de los dinosaurios te dará gusto saber que hace 200 millones de años en lo que hoy es Sudáfrica habitó un dinosaurio que pesaba tanto como dos elefantes africanos adultos. Se trata de un saurópodo (un dinosaurio de cuello largo) que tenía una forma muy peculiar de pararse.
Los paleontólogos, impresionados por su gran tamaño,
lo han denominado como Ledumahadi mafube que significa “Un trueno gigante al amanecer” en la lengua africana africana sesotho. Sus restos
fueron descubiertos por un equipo internacional de investigadores en Sudáfrica. Se trata de un herbívoro que pesaba 12 toneladas y medía cuatro metros de altura sin contar el cuello.
Este dinosaurio vivió en el Jurásico temprano y fue uno de los primeros en caminar en cuatro patas, lo que anticipaba la locomoción que perfeccionarían más tarde, por ejemplo, los brontosaurios.
Los restos del Ledumahadi fueron hallados alrededor de Clarens, en la provincia del Estado Libre de Sudáfrica en 2012 por Jonah Choinire, de la Universidad de Witwatersrand (Wits). Los paleontólogos se dieron a la tarea de desenterrar los huesos y este proceso tardó varios años. Pero lo que era seguro es que desde el principio sabían que era un ser muy, muy grande para su época.
Después del descomunal trabajo, los investigadores se dieron cuenta que el dinosaurio era un pariente temprano de los saurópodos, los cuales llegaron a pesar hasta 60 toneladas y caminaban en cuatro patas con una postura muy parecida a la de los elefantes.
Lo más curioso es que el Ledumahadi no caminaba igual. Según sus descubridores, las extremidades de la nueva especie eran más robustas que las patas de los saurópodos. Además, las patas delanteras parecían más agachadas.
Para conocer este dato, los expertos desarrollaron un nuevo método para medir el grosor de las patas del animal para inferir su peso y sobre cuántas de esas patas tiene que moverse para resistir su peso.
Los estudios demuestran que el Ledumahadi no tenía la técnica de los brontosaurios para caminar pero que empezaba a ponerla en práctica. Lo más interesante es que los investigadores creen que otros parientes anteriores de los saurópodos (sauropodomorfos) también estaban experimentando con esta nueva postura, esto significa que esta postura evolucionó más de una vez y apareció antes de lo que los científicos pensaban.
¿Y por qué decimos que caminaba como un gato? El Trueno al amanecer parece haber tenido una extremidad anterior más móvil, pero prefirió mantenerse agazapado, con las rodillas y los codos parcialmente flexionados, así, como hacen los gatos.