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Cúrcuma: evidencias científicas de sus beneficios

La cúrcuma, usada en la medicina ancestral, despierta interés científico por sus beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y protectores.

Cúrcuma: evidencias científicas de sus beneficios

En Colombia y el mundo, la cúrcuma se posiciona como una de las plantas más estudiadas por la ciencia moderna. Originaria de Asia y utilizada durante siglos en la medicina ayurvédica, esta raíz concentra en su rizoma la curcumina, un compuesto capaz de influir en múltiples procesos biológicos del organismo.

De acuerdo con la nutricionista Carolina Chevallier, gerente de Asuntos Científicos de Herbalife, la curcumina actúa como antioxidante, antiinflamatorio y antimicrobiano, con investigaciones en curso sobre su potencial anticancerígeno y neuroprotector.

Una revisión publicada en Phytotherapy Research, basada en más de 100 ensayos clínicos y 7.000 participantes, halló evidencia sólida sobre beneficios en el control del azúcar en sangre, el colesterol HDL, el peso corporal y la reducción de marcadores de inflamación.

Sin embargo, la especialista advierte que la curcumina tiene baja biodisponibilidad, lo que limita su absorción natural. Por ello, los suplementos con extractos estandarizados o formulaciones avanzadas resultan más efectivos que el uso culinario del polvo tradicional.

Al elegir un suplemento, se recomienda verificar la concentración de curcuminoides, la tecnología de absorción utilizada (como la piperina o nanotecnología) y el registro sanitario del producto. La asesoría médica o nutricional es clave para garantizar un consumo seguro y adecuado.

La cúrcuma, más allá de su papel en la cocina, se consolida así como un recurso natural con respaldo científico que podría convertirse en un aliado para la prevención y el cuidado integral de la salud.