Cumplió el último deseo de su esposa y falleció

La tragedia del vuelo de Air India que se estrelló el pasado jueves en Ahmedabad, India, cobró la vida de 242 personas. Una de las historias más conmovedoras es la de Arjun Patoliya, ciudadano británico que había viajado a cumplir el último deseo de su esposa fallecida. Tras esparcir sus cenizas en territorio indio, abordó el Boeing 787-8 Dreamliner con destino a Londres, pero jamás llegó a casa. Sus dos hijas, de apenas cuatro y ocho años, quedaron huérfanas.

El siniestro ocurrió minutos después del despegue, cuando la aeronave, cargada de combustible, explotó en el aire y cayó sobre una zona residencial. Además de los pasajeros y la tripulación, al menos 24 personas murieron en tierra. De las 242 víctimas fatales, 52 eran ciudadanos británicos. Solo uno logró sobrevivir.

Vishwash Kumar Ramesh, también británico y de 40 años, ocupaba el asiento 11A. Desde una cama hospitalaria relató en hindi que no logra entender cómo sobrevivió. Vio cómo el avión se precipitó y explotó. Asegura que logró soltarse el cinturón, escapar por una abertura y huir antes de que todo se consumiera por el fuego.

Ramesh resultó con quemaduras leves en su brazo izquierdo. Fue captado en video mientras caminaba, ensangrentado y desorientado, hacia una ambulancia. Su hermano, que también viajaba en el vuelo, murió en el accidente. “Estuve a punto de morir”, declaró entre lágrimas.

Las autoridades de Harrow, en Londres, rindieron homenaje a las víctimas con una vigilia multiconfesional. La alcaldesa Anjana Patel confirmó la historia de Patoliya y el drama que enfrentan ahora sus hijas, quienes esperaban el regreso de su padre sin saber que jamás volvería.

Air India informó que entre los ocupantes del vuelo había 169 pasajeros indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. La tripulación estaba compuesta por 12 personas. La investigación sobre las causas del siniestro continúa, mientras cientos de familias enfrentan un duelo irreparable.

Tomado de Semana