¿Cómo se prepara Colombia para futuras pandemias?

Tras la pandemia de COVID-19, la importancia de la prevención y la investigación de virus potencialmente peligrosos ha crecido significativamente. En Colombia, donde la diversidad geográfica y biológica favorece la aparición de enfermedades, se han implementado estrategias para identificar y monitorear virus emergentes. La colaboración entre el laboratorio Abbott y entidades como el Instituto de Salud Global de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad Nacional de Colombia es clave en estos esfuerzos.

Colombia, gracias a su ubicación geográfica y su biodiversidad, es un punto crítico para la vigilancia de enfermedades. El laboratorio estadounidense Abbott, en colaboración con GHI One Health y la Universidad Nacional, ha establecido una coalición contra pandemias que se centra en detectar y monitorear virus en regiones vulnerables como Leticia, a lo largo del río Amazonas. Estas iniciativas han permitido detectar virus emergentes, como el virus Oropouche y el virus Mayaro, antes no registrados en el país.

Los estudios recientes han revelado la presencia de la fiebre de Oropouche en varias regiones de Colombia, afectando hasta el 16% de los casos febriles. Este virus, transmitido por mosquitos y con síntomas similares al dengue, representa una nueva amenaza para la salud pública. Además, el virus Mayaro, también transmitido por mosquitos y previamente desconocido en Colombia, ha sido identificado, lo que resalta la importancia de la vigilancia epidemiológica en el país.

Para prepararse ante futuras pandemias, es crucial identificar los virus que circulan actualmente y comprender sus características, como su evolución, transmisión y mutación. Colombia ha fortalecido su infraestructura de pruebas y está capacitando a más científicos para utilizar técnicas avanzadas de secuenciación genética. Esto permitirá una respuesta más rápida y efectiva ante la aparición de nuevos patógenos y mejorará la capacidad del país para prevenir futuros brotes epidémicos.