Con una planeación y un presupuesto, priorizando las necesidades y ahorrando por precaución y para inversión.
El año pasado por causa de la pandemia muchas personas tuvieron una disminución en sus ingresos y como consecuencia muchas deudas.
Pensar en lograr tener unas finanzas saludables, en donde se tenga control y orden sí es posible, si se lleva a cabo una planeación y un presupuesto, se conocen los ingresos y gastos, se priorizan las necesidades, se pagan todas a las obligaciones a tiempo y se ahorra por precaución y para inversión.
Para ello Jenny Paola Lis, docente de la Escuela de Negocios de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz entrega las siguientes recomendaciones para planear bien este 2021.
Establezca: ¿cuánto debe? ¿a quién le debe? ¿cuál es el periodo faltante para el pago? ¿cuáles es la tasa de interés efectiva anual? y ¿cuál es el valor de los intereses en un año?
Sin desatender el resto de sus obligaciones, intente realizar abonos a capital en aquellas deudas:
Cuyo valor de intereses en el año sea más alto.
Reste menos tiempo para terminar de pagarla.
Busque alternativas para consolidar sus deudas, por ejemplo, compra de cartera.
A menos de que sea necesario, no recurras a refinanciación de la deuda, ya que extenderla en el tiempo conducirá al pago de más intereses.
2. Se puede vivir con menores niveles de consumo
Busque desarrollar alguna actividad que le pueda representar ingresos adicionales y destínelos al pago de sus deudas, haciendo abonos a capital.
Los comienzos de año permiten trazar nuevos planes y las personas se proponen metas como viajar, estudiar o hacer diferentes inversiones, ¿cuál es la mejor estrategia para logar esos proyectos?
Siempre es importante diferenciar entre los gastos de consumo como los viajes, autos, ropa, etc, y las inversiones. Estas últimas implican obtener una ganancia derivada de su propiedad o de su utilización. Dentro de esta última categoría se encuentran los activos inmobiliarios, las acciones, el estudio, entre otros. En este sentido se debe pensar si es posible postergar el gasto de consumo y dar prelación a las inversiones.
Por cualquiera de las dos opciones que opte, es relevante que usted:
Cuente con un presupuesto que incluya todos los ítems (si es un viaje: tiquetes, estadía, alimentación, gastos extras e imprevistos; si es un bien inmueble: su costo, gastos notariales, beneficencia, registro, impuestos, mantenimiento anual; y así sucesivamente).
A partir de ello, estime qué requiere para cumplirlo en términos de ahorro y crédito. Si es ahorro, identifique: ¿cuánto tiempo tardaría en alcanzar el valor? ¿cuánto debería ahorrar mensual? y ¿dónde guardaría los recursos?
Si es crédito, busque alternativas como recursos familiares, fondos de empleados, cooperativas y sector financiero. Indague sobre los requisitos necesarios para la aprobación. Recuerde que, para tener unas finanzas saludables, se aconseja que en caso de tener deudas su pago mensual total no sea superior al 25% de sus ingresos.