Los labriegos rechazaron el odio, el estigma y la violencia detrás de estos actos.
Mediante un comunicado, la Coordinación de Paro del Meta y el Guaviare denunció que este martes en horas de la noche, mientras campesinos y excombatientes se encontraban en espacio autónomo, tras sostener una reunión con Gobierno, actores desconocidos dispararon dos veces cerca del Colegio Nacionalizado Femenino de Villavicencio, institución educativa cercana al colegio Inem Luis López de Mesa, donde actualmente se alojan las comunidades movilizadas en la ciudad de Villavicencio, provenientes del sur del Meta y el departamento del Guaviare.
Además de denunciar estos actos, en su comunicación la Coordinaciõn de Paro del Meta y el Guaviare también señaló que el pasado domingo 6 de junio, las comunidades manifestantes ubicadas en los puntos de Llano Lindo y en el colegio Inem de Villavicencio, recibibieron panfletos amenazantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) exigiendo que levantaran las movilizaciones.
“Rechazamos y denunciamos abiertamente el odio, el estigma y la violencia detrás de estos actos”, manifestó la Coordinación de Paro del Meta y el Guaviare en su comunicado.
La Coordinación del paro también hizo referencia a los actos de violencia registrados en otras zonas del país. “Repudiamos el tratamiento de guerra y el gasto del erario público en armamento para reprimir al pueblo mediante el uso desmedido de la fuerza pública. Ejemplo de esto son los ataques de los que fueron víctimas las y los manifestantes en la ciudad de Barranquilla, hostigados por cuatro mil efectivos de la policía nacional y el Esmad”.
Y agregaron: “Nos solidarizamos con las y los colombianos que continúan movilizados y con las familias de las 5 víctimas fatales de la masacre en Santander de Quilichao, que hoy cobró la vida de la comunicadora indígena Beatriz Cano”.
Finalmente, la Coordinación de Paro del Meta y el Guaviare manifestó que, “después de firmado el acuerdo sobre los mínimos exigidos para la concertación, los y las habitantes de nuestros territorios y nuestras voceras y voceros siguen denunciando violaciones a sus derechos humanos y siguen siendo víctimas de hostigamientos”.
Ante este panorama, los labriegos solicitaron al Gobierno Nacional garantías de seguridad para las comunidades, lideresas y líderes en movilización; y el cese de la “violencia militar contra el pueblo en territorio, con el fin de poder avanzar en la concertación de nuestro Pliego de Exigencias”.