El sistema consta de 12 mallas de polisombra, cada una de 11.5 metros de largo por 2 metros de ancho extendidas con soportes metálicos.
Un aproximado de 800 toneladas de agua al año son los que puede llegar a cosechar el sistema de 12 mallas atrapa nubes, instalado en la parte alta de la vereda El Carmen, en la microcuenca de Caño Blanco, así lo determinó el estudio que allí adelanta el docente de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Unillanos, Miguel Vásquez.
Ante las problemáticas presentadas en el sector durante el verano en Villavicencio, que producen la disminución del caudal de Caño Blanco, el cual surte de agua a algunos acueductos comunitarios, entre ellos el del barrio Villacodem, el docente y los estudiantes se dieron a la tarea de encontrar una manera de cosechar agua en la zona.
El sistema consta de 12 mallas de polisombra, cada una de 11.5 metros de largo por 2 metros de ancho extendidas con soportes metálicos, que permiten atrapar los estratocúmulos (nubes cargadas de agua y que se mueven a baja altura).
“Esa neblina densa se adhiere a los atrapa nieblas y de esa manera, gota a gota, van haciendo caudal y es lo que nosotros rescatamos, es conseguir agua de un sistema natural sin hacerle daño al medio ambiente”, explicó el docente de Unillanos.
Agregó que en el primer ensayo, realizado en el 2018, donde instalaron mallas de un metro cuadrado en una zona de menos altura a donde están ubicadas las actuales, les permitió determinar que por cada metro cuadrado de malla se pueden recolectar 3 metros cúbicos de agua al año, es decir que en esta segunda fase, se pueden cosechar aproximadamente 800 toneladas de agua al año.
El proyecto denominado “Participación comunitaria en la cosecha de nubes de la microcuenca de Caño Blanco”, también consta de un componente educativo liderado por los estudiantes de Licenciatura en Producción Agropecuaria Juan Carlos Vega y Carlos Rodríguez, quienes Boletín N° 63 han capacitado a los habitantes de Villacodem en temas como Ciclos hídricos, reforestación y reciclaje.
“Estamos trabajando con la posibilidad de incrementar el rasgo de agua en la microcuenca de Caño Blanco para convertirlo en un ejemplo que se pueda implementar en otros sectores de Villavicencio y del país, pero para ello también es importante educar a la comunidad”, puntualizó Juan Carlos Vega.