La medida, que se discute en la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, cobijaría a los estudiantes de todos los grados y docentes.
El representante Liberal Rodrigo Rojas, autor de la iniciativa, señaló que pretende abrir los ojos sobre los grandes riesgos a los que hoy en día están expuestos los niños y adolescentes, y que podrían convertirse en un problema de salud pública.
Según dice, hay estudios que evidencian las consecuencias y riesgos por el uso excesivo de dispositivos de tecnología móvil para la salud, seguridad e interferencia en procesos educativos porque son una fuente de distracción y que aplicando esta medida mejorarán los puntajes en las pruebas de conocimientos.
Sobre los riesgos, Rojas aseguró en el debate que se busca tener mayor control sobre todo el contenido de internet, pues en los últimos 6 años la red de denuncias Te Protejo ha recibido más de 45.038 casos, y por lo menos en un 60 % se reportó material de abuso sexual, es decir, pornografía infantil; y el 7 % corresponde a ciberacoso.
El representante también indicó que afecta la salud mental de los menores y genera problemas como “dependencia, trastornos de sueño, agresividad, depresión, ansiedad y trastornos de conducta interpersonal”, además de algunos casos extremos que ya han catalogado como ciberpatologías (nomofobia, cybercondría y aislamiento agudo).
Entre tanto, sobre la salud física señaló que el “uso excesivo de celulares antes de los 20 años incrementa el riesgo de cáncer en el sistema nervioso central. Hay una relación directa entre la obesidad y el sedentarismo causado por uso sin control de dispositivos al igual que el síndrome del ojo seco”
Rojas indicó que si se aprueba el proyecto se logrará reducir el tiempo de exposición de los menores con los celulares, fomentar que su uso se realice bajo la supervisión de sus padres y garantizar que los dispositivos no interfieran en la enseñanza dentro de las aulas. Adicionalmente, se evita que las familias deleguen el cuidado de los niños a estos aparatos.
“En el caso de los profesores, se busca que a partir de ellos, como formadores de los niños, se de ese ejemplo de buen uso dentro de las aulas de clase”, puntualizó.
El proyecto fue aprobado por unanimidad y varios de los representantes presentes en el debate señalaron que no tener el celular en la mano debería ser parte de la cultura, que su uso debe hacerse bajo supervisión para garantizar entornos seguros de aprendizaje y velar por el desarrollo integral de los menores y una inmersión responsable en Tecnologías para la Información y las Comunicaciones (TIC).