Colombia logró en 2024 la segunda menor cifra de deforestación, pero la Amazonía sigue siendo el epicentro de la destrucción forestal.
En 2024, Colombia registró 113.608 hectáreas deforestadas, consolidando la segunda cifra más baja desde que se mide este fenómeno. Así lo confirmó el Ministerio de Ambiente, que destacó la reducción sostenida por tercer año consecutivo, gracias a políticas de conservación ambiental implementadas desde 2022. Sin embargo, el panorama no es del todo alentador: gran parte de la pérdida de bosque se concentra en la Amazonía, uno de los ecosistemas más frágiles y estratégicos del país.
El informe presentado por el Ideam, basado en imágenes satelitales y datos regionales, revela que los departamentos de Caquetá, Meta, Guaviare y Putumayo encabezan la lista de territorios más afectados. La ministra de Ambiente, Lena Estrada Añokazi, advirtió que los esfuerzos institucionales aún no son suficientes y pidió a la ciudadanía sumarse a la defensa activa de la vida y los ecosistemas.
La Amazonía, especialmente su zona del Arco, ha perdido conectividad ecológica debido a la expansión ilegal de la ganadería, el acaparamiento de tierras, la minería y la tala sin control. Tan solo en parques naturales como Tinigua, La Macarena y Chiribiquete se deforestaron más de 10.000 hectáreas en 2024.
Aunque se destacan reducciones en regiones como Antioquia, Casanare y Guainía, el país enfrenta desafíos estructurales. La presencia de economías ilícitas y la falta de planificación territorial agravan el daño ambiental, pese al despliegue de fuerza pública y programas como Conservar Paga.
Desde el Gobierno se resaltó que entre 2022 y 2024 se acumuló una reducción del 39% frente al 2021, superando la meta del Plan Nacional de Desarrollo. No obstante, los incrementos recientes en zonas críticas advierten que la contención no es aún sostenible a largo plazo.