El aumento de la sobretasa al impuesto de renta para el petróleo podría comprometer la seguridad energética y económica de Colombia, advierte la ACP.
La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) expresó su preocupación frente a la propuesta del Gobierno de aumentar la sobretasa al impuesto de renta del sector petrolero, una medida que podría elevar la carga tributaria efectiva hasta el 55%. Según el gremio, este cambio amenaza la sostenibilidad económica de la industria y pondría en riesgo las inversiones necesarias para garantizar la seguridad energética del país.
Desde la reforma tributaria de 2022, que introdujo una sobretasa al petróleo sin un análisis técnico sólido, las inversiones exploratorias han caído un 57%. Ahora, con el planteamiento de un incremento adicional en la sobretasa, las reglas del juego vuelven a cambiar, afectando principalmente a campos marginales y de crudo pesado, que representan más del 60% de la producción nacional. Esto podría llevar a la inviabilidad de nuevos proyectos y a una declinación acelerada de la producción de hidrocarburos.
El presidente de la ACP, Frank Pearl, advirtió que, si la propuesta se aprueba, la exploración petrolera podría desaparecer en Colombia hacia 2030, lo que impactaría la producción promedio de 750 mil barriles diarios proyectada hasta 2035. Asimismo, las regalías, que financian proyectos clave en regiones, y el aporte del sector al PIB y a los ingresos nacionales, se verían seriamente afectados.
En un país donde el petróleo y el gas natural representan el 66% de la matriz energética, la falta de inversión comprometería la autosuficiencia energética. Según la ACP, otros sectores tendrían que absorber la carga fiscal que esta industria dejaría de aportar, agravando las desigualdades económicas y sociales en las regiones.
La ACP hizo un llamado al Congreso para evitar decisiones que, calificó, desincentivan la inversión y afectan el desarrollo del sector, fundamental para la estabilidad económica y social del país. Además, instó al Gobierno a buscar un equilibrio que permita preservar la competitividad de la industria y garantizar la seguridad energética para los colombianos.