Por: Fernando Sierra Ramos @Fsierraramos Representante a la Cámara por el Meta Centro Democrático
Después de haber conocido imágenes del ‘infierno’ que se vivía en Bogotá a tan solo 10 cuadras del lugar más seguro del país (La Casa de Nariño - sede presidencial) debo confesar que he quedado realmente preocupado, por un lado, por el rumor que corría en días pasados que muchos de los habitantes de calle estarían camino al departamento del Meta, y por otro lado, porque como es de conocimiento por los ciudadanos de Villavicencio, hay varias zonas a las que nuestros policías no pueden ingresar dentro de la ciudad.
Lo primero que no podemos permitir dentro de la ciudad es que haya zonas controladas por el crimen, que haya zonas donde ni siquiera se puede hacer presencia por medio de la Fuerza Pública para evitar que las bandas delincuenciales sigan imponiendo el terror. Lo segundo que no podemos permitir es que nuestros jóvenes seas controlados por las bandas delincuenciales, el ingreso de un menor al mundo de las drogas, es el marchitar de un mundo mejor, es el renunciar a la esperanza de un cambio, por eso los esfuerzos en la administración deben ir enfocados a salvar a los niños de este infierno.
Lo tercero, hay que enviar un mensaje claro a quienes controlan el microtráfico en las grandes ciudades, Villavicencio no es el escondedero de bandidos, y para esto se deben intervenir las ‘ollas’ Guatiquía, Santafé e industrial, que se han convertido en escondederos de viciosos y sus alrededores en verdaderos focos de inseguridad.
Estimado Alcalde, sé que existe voluntad política, por ello cuente conmigo para hacer realidad lo que solicito en la presente columna. Cuidemos nuestra ciudad, retomemos el control de las zonas donde están esas ‘ollas’; de las afueras de los colegios, de los parques; no permitamos que se desvanezca la esperanza de una generación mejor, no dejemos que nos arrebaten la confianza.
No permitamos que el miedo se robe la esperanza y que haya lugares donde la esperanza se desvanece entre drogas y la espera de la muerte.
Tenemos la obligación de ayudar a quienes más nos necesitan y darles alternativas de vida distintas a quienes estén dispuestos a recibirlas.
Alcalde, procuremos devolverle al Guatiquía, Santafé e industrial, lo que las drogas le han arrebatado, recuperemos el control hasta de la última esquina de la ciudad, y procuremos hacer de Villavicencio un lugar seguro para todos, especialmente para los niños y evitemos que por la existencia de lugares sin control por la policía, aparezca un ‘Bronx’ en Villavicencio.