Su desaparición pondría en jaque la seguridad alimentaria y la biodiversidad global, afectando cultivos, ecosistemas y economías.
La desaparición de las abejas no solo significaría perder a un polinizador natural, sino desencadenar una crisis global de proporciones ecológicas, agrícolas y económicas. Estos insectos, responsables de la polinización de un tercio de los alimentos que consumes a diario, se enfrentan a una disminución alarmante provocada por el cambio climático, los pesticidas, la urbanización y la agricultura intensiva.
Desde 1987, organismos internacionales como el JNCC han advertido una reducción del 25 % en las poblaciones de polinizadores. Sin abejas, la dieta humana sería menos diversa, más costosa y nutricionalmente deficiente. Además, el desequilibrio ecológico se intensificaría al romperse la cadena de polinización que sostiene la reproducción de cientos de especies vegetales y, por ende, de animales herbívoros y carnívoros.
El impacto no termina ahí. Las abejas también son vitales para la fertilidad del suelo, la regulación del agua, la estabilidad del paisaje y la reproducción de flores silvestres. Su ausencia provocaría una pérdida drástica de biodiversidad, colapsando ecosistemas enteros e imposibilitando la regeneración natural de la vegetación.
En términos económicos, más del 90 % de los cultivos del planeta dependen de la polinización animal, y las abejas lideran este proceso. Sin ellas, los agricultores verían caer la producción de frutas, verduras y frutos secos, mientras los precios aumentarían y la seguridad alimentaria se volvería inestable. Solo en el Reino Unido, su contribución anual equivale a más de 900 millones de dólares.
El caso de California es ilustrativo: entre junio de 2024 y febrero de 2025, los apicultores perdieron el 60 % de sus colmenas, lo que afectó severamente la producción de almendros. A escala mundial, se estima que más de 577.000 millones de dólares en alimentos dependen de la labor de las abejas, una cifra imposible de compensar con métodos manuales o mecánicos.
Tomado de Caracol Radio