Qué es la hora del planeta

El cambio climático está causando un código rojo para la humanidad. Según el reciente estudio publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las temperaturas han aumentado 1.1°C por encima de los niveles preindustriales; por eso, refuerza la advertencia sobre el alcance del calentamiento global y recalca que es vital una reducción profunda, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero en el tiempo restante hasta 2030.

Los expertos advierten que el aumento de las temperaturas, las catástrofes naturales y la degradación irreversible de los ecosistemas, ponen cada vez más en peligro la vida de los seres humanos y de la naturaleza en todo el mundo. Por eso, todas las iniciativas que conduzcan a minimizar los efectos negativos en el medio ambiente cuentan.

Una de las iniciativas que más ha tomado fuerza es ‘La Hora del Planeta’, el movimiento medioambiental más grande, promovido por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Este es un gesto simbólico que se lleva a cabo anualmente en todo el mundo y tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de colaborar entre todos para frenar el avance del cambio climático y el calentamiento global, pero también llevar a las personas, organizaciones y gobiernos a reflexionar sobre la importancia del ahorro de energía, el abandono de los combustibles fósiles, la restauración de la naturaleza y la realización de medidas individuales para vivir de manera sostenible.

Carolina Barreto, docente de la Tecnología en Gestión Ambiental del Politécnico Grancolombiano, analiza que “la hora del planeta impacta en la movilización de las acciones para luchar contra la degradación del medio donde vivimos, pero también contribuye significativamente, ya que tiene un impacto importante en el fortalecimiento de la conciencia frente a los problemas ocasionados por el cambio climático, la pérdida de la naturaleza, así como el papel que tienen las personas sobre el alto uso indiscriminado de los recursos naturales y las presiones que ejercen sobre la naturaleza”.

En el 2023 la fecha elegida para este acto es el sábado 25 de marzo. A las 8:30 p.m. (hora de Colombia) y durante una hora, más de 190 países y millones de personas alrededor del mundo apagarán las luces en sus hogares, trabajos o espacios como una forma para hacer acciones positivas por el planeta y darle un momento de descanso, frente a la contaminación y problemáticas ambientales que enfrenta.

Para la docente, esta iniciativa ha permitido cambios significativos en diferentes territorios del mundo. Fue clave en la restauración de 2.700 hectáreas de tierra degradada en África Oriental, la creación de árboles solares en Shanghái para cargar la batería de los teléfonos y la unión de comunidades preocupadas por el bienestar del medio ambiente. Adicionalmente, desde su creación se ha generado un ahorro en el consumo de energía a nivel mundial del 2.1 %, llegando hasta el 10.2 %, ya que ha aumentado la participación de diferentes países, ciudades y sectores económicos.

Un llamado para todos en el mundo

‘La Hora del Planeta’, más allá de su aporte en la reducción del consumo de energía, significa un verdadero llamado a las empresas y los gobiernos a construir una sociedad con naturaleza positiva que brinde a todos los seres humanos las condiciones que necesitan para vivir, desde el aire que respiran hasta el agua que beben y los alimentos que comen.

Para la docente Barreto, el compromiso ambiental es de todos. Organizaciones como las instituciones de educación superior, que a diario reciben un gran flujo de estudiantes, pero que además tienen la importante labor de su formación profesional, académica e incluso personal, cada día desarrollan nuevas estrategias para contribuir a esta labor de todos. El caso del Politécnico Grancolombiano es un gran ejemplo; ya que ha implementado nueve acciones concretas para la conservación de su entorno y ayudar a prevenir el cambio climático, incluyéndolas dentro de su política y cultura institucional:

• Gestión del aire por medio de la implementación de la tecnología limpia Euro III en los medios de transporte, disminuyendo las emisiones de CO₂.
• Manejo integral del agua, a partir de la instalación de reductores de agua en grifos de los baños, mantenimientos a los tanques de almacenamiento y la aplicación de tratamiento biológico a los vertimientos de aguas residuales.
• Ahorro y uso eficiente del papel y la energía, utilizando herramientas digitales para consolidación y reserva de la correspondencia externa e interna en la institución, además de la instalación de luminarias tipo LED.
• Manejo integral de residuos sólidos, adecuando áreas con residuos orgánicos de jardinería y tratamiento natural para producción de humus orgánico que es empleado en el mantenimiento del diseño paisajístico.
• Disminuir las emisiones de gases efecto invernadero, por medio de actividades para mitigación de la huella de carbono y el aprovechamiento de residuos.
• Realizar el mantenimiento del diseño paisajístico a partir de la erradicación de especies invasoras presentes, siembra de especies nativas y recuperación de suelos erosionados.
• Se ha logrado una sensibilización ambiental sobre buenas prácticas ambientales mediante capacitaciones a la comunidad de la institución y recorridos a la quebrada Las Delicias, localizada en el área de influencia directa de la institución.

Pero las acciones también empiezan desde casa. Parte de la sensibilización de ‘La Hora del Planeta’ busca llevar a cada hogar la idea de contribuir al máximo con el objetivo de cuidado del medio ambiente. Por eso, la docente Carolina Barreto comparte algunas acciones indispensables que se pueden hacer desde casa:

1. Usar luz natural siempre que sea posible
2. Evitar el consumo de luz eléctrica cuando no se necesite
3. Desconectar equipos electrónicos cuando no se estén usando
4. Hacer mantenimiento oportuno a las instalaciones eléctricas para mejorar la eficiencia de los equipos y herramientas
5. Tener prácticas de consumo responsable en cuanto a alimentos (comprar lo necesario)
6. Usar bombillos o equipos ahorradores de energía