La organización Lands Right Now indicó que los pequeños productores y los grupos indígenas producen el 70% de los alimentos del mundo.
Los pequeños productores y los grupos indígenas producen el 70% de los alimentos del mundo, por ello, una campaña internacional pide que se les garantice el derecho a la tierra y así, promover la seguridad alimentaria.
Pueblos indígenas, comunidades locales, grupos de mujeres, ciudadanos y activistas de al menos 25 diferentes países iniciaron hoy dos semanas de protestas y eventos para exigir que los gobiernos respeten sus derechos a la tierra. Un nuevo informe de políticas resalta el vínculo entre el reconocimiento de los derechos comunitarios a las tierras, la seguridad alimentaria mundial, y la protección del clima.
Como dijo Joan Carling, "las comunidades alrededor del mundo dependen de sus tierras consuetudinarias para alimentar a sus familias. Pero sus tierras también alimentan al mundo, y sus bosques regulan el clima que sustenta la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, el sistema alimentario mundial está profundamente vinculado a la apropiación de tierras, y la agroindustria es el sector más peligroso para los activistas".
Pero, a pesar de tener la propiedad consuetudinaria de la mitad de las tierras del mundo, los pueblos indígenas y las comunidades locales solo tienen propiedad legal del 10%. Esta brecha deja las tierras comunitarias vulnerables a la expropiación por la agricultura a gran escala, la minería o infraestructura, la cual generalmente benefician a menos personas, y es más destructiva al medio ambiente que el uso de la tierra por parte de las comunidades locales.
Los pequeños productores proporcionan el 70 por ciento de los alimentos del mundo. La evidencia muestra que la producción de alimentos a pequeña escala en África y Asia es más eficiente y tiene mayor rendimiento de cultivos por hectárea que las operaciones grandes. Los derechos de tierra seguros también pueden aumentar la productividad de los agricultores en un 60 por ciento, e incrementar el ingreso familiar por más del doble. Los derechos a la tierra de las mujeres son particularmente importantes, dado su papel crucial en la garantía de la seguridad alimentaria local y en la gestión de los recursos comunitarios.