En 2024, las exportaciones de cacao y sus derivados alcanzaron US$265 millones; se proyecta un continuo crecimiento en 2025.
El sector del cacao colombiano experimentó un auge sin precedentes en 2024, duplicando su valor exportado a US$265,1 millones, un incremento del 106,1 % respecto a 2023, cuando alcanzó US$128,6 millones. Este crecimiento se debe a tres factores clave: la participación de empresas cafeteras en la exportación del grano, la diversificación y posicionamiento de los principales exportadores en mercados internacionales y una significativa caída de la producción mundial en países como Costa de Marfil y Ghana.
La amplia oferta de cacao colombiano se destinó a más de 75 mercados, con Estados Unidos, México, Ecuador, Costa Rica, Venezuela, Bélgica, Malasia y Alemania liderando las compras. Además, entre enero y febrero de 2025 se registraron US$20,8 millones en exportaciones, un aumento del 24,2 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que indica que la tendencia positiva podría mantenerse.
Por regiones, el crecimiento fue especialmente notable en Antioquia, donde las exportaciones alcanzaron US$98,9 millones (100,2 % de incremento), en Santander con US$38,5 millones (incremento del 601,3 %) y en Huila, donde se sumaron US$16,1 millones, lo que demuestra la diversificación geográfica de la producción y la capacidad competitiva en mercados internacionales.
Las principales empresas exportadoras, como Compañía Nacional de Chocolates, Casa Luker, Condor Specialty Coffee, Colombina, Cafexport y Súper de Alimentos, han capitalizado esta tendencia, consolidándose como actores esenciales en el posicionamiento del cacao colombiano. El producto estrella, el cacao crudo en grano, alcanzó US$64,8 millones y mostró un incremento de 391,8 % frente a 2023.
El crecimiento de las exportaciones de cacao se produce en un contexto de aumento global en los costos de importación de alimentos. Un informe de la FAO señaló que el costo mundial de las importaciones de alimentos subió un 2,2 % en 2024, y los gastos en cacao, café y té se incrementaron un 22,9 %, impulsados por factores climáticos y desafíos logísticos. Asimismo, se advirtió que los aranceles de proveedores como Costa de Marfil, que imponen un 21 %, podrían beneficiar a Colombia, pero también representar un reto estratégico.