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Alteraciones del sueño, creciente problema de salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que existen 88 tipos de trastornos del sueño identificados.

Alteraciones del sueño,  creciente problema de salud

Las alteraciones del sueño son enemigas silenciosas que van deteriorando la calidad de vida de las personas, pero muchas veces no son atendidas de manera adecuada, pues quienes las padecen no recurren a los servicios de salud para buscar ayuda profesional.

El sueño es una de las funciones mentales superiores más importantes; es un complejo proceso biológico que nos ayuda a sintetizar la información nueva que obtenemos durante el día y es un factor clave para mantenernos saludables y tener una buena calidad de vida, pues nos permite estar descansados al día siguiente.

El doctor Franklin Escobar Córdoba, experto en medicina del sueño y profesor titular de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que “el sueño es tan importante, que una tercera parte de la vida la ocupa el ciclo sueño-vigilia, es decir que mientras dos terceras partes estamos en estado de alerta, una tercera parte de la vida –entre 15 y 20 años– estamos en situación de sueño”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que existen 88 tipos de trastornos del sueño identificados, entre los cuales el insomnio crónico y el transitorio son los más comunes, ya que afectan al 10 y 40 % de la población mundial, respectivamente.

Los problemas del sueño pueden ocasionar trastornos metabólicos, genéticos, cardiovasculares y respiratorios, entre otros.

Por ejemplo, una investigación adelantada en 2016 por la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, Santa Marta y Bucaramanga, evidenció que el 59,6 % de los consultados tenía problemas de sueño; el 49,2 % tenía sobrepeso y el 14,4 % obesidad. Además demostró una asociación del 70 al 95 % entre las enfermedades del corazón y la apnea del sueño.

El doctor Escobar, coordinador del Laboratorio del Sueño del Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN) de la UNAL, explica que “la apnea del sueño se caracteriza porque la persona presenta ronquido en las noches, somnolencia diurna excesiva y pausas respiratorias con despertares en que se siente muy ahogada”.

Señala además que “las cifras evidencian que la prevalencia de alteraciones de sueño en la población colombiana es un problema de salud pública muy alto”.

Sueño y desarrollo físico y mental

La médica Ángela María Gómez Fonseca, Ph. D. en Psicología, menciona que “durante el sueño se realizan muchas funciones de reparación y crecimiento de los tejidos, como por ejemplo en los huesos, además de respuesta a virus y enfermedades, regulación de procesos inflamatorios, liberación de hormonas muy importantes como la del crecimiento y la leptina y la grelina, que regulan el apetito y la saciedad”.

“Durante el sueño el cerebro se limpia de toxinas y productos que se van acumulando por el funcionamiento en el día; en la noche la temperatura baja hasta 2 oC, lo que es muy importante para protegerlo de daños a largo plazo”.

En relación con el funcionamiento cognitivo, es decir la manera como pensamos, la especialista señala que “restaura la capacidad de poner atención, que permite, entre otras acciones, tomar decisiones, estar alerta para evitar accidentes y caídas, recordar información importante, afrontar la frustración y controlar emociones negativas, por eso la memoria es fundamental en el aprendizaje”.

Así mismo destaca que “un sueño saludable es aquel que permite levantarse descansado y listo para afrontar el día siguiente. El buen sueño comienza de forma natural, es decir sin ayuda de medicamentos o de sustancias como el alcohol, por ejemplo, y también cuando la persona está tranquila, sin llevarse a la cama las preocupaciones del día, en un ambiente agradable y sin demasiada comida en el estómago”.

El profesor Escobar menciona que un recién nacido duerme entre 14 y 17 horas diarias; los niños de 3 a 5 años deberían dormir entre 10 y 13 horas; de 6 a 13 años entre 9 y 11 horas; los adolescentes entre 8 y 10 horas; los jóvenes que van a la universidad se espera que duerman entre 7 y 9 horas; y en los adultos –entre 26 y 65 años– el promedio de sueño que se considera normal es de 7 a 8 horas.

“Los adultos mayores, aunque también duermen entre 7 y 8 horas, tienen un porcentaje de sueño superficial más alto y también de despertares durante el sueño, lo que suele estar asociado con la inactividad o a la vida sedentaria.

Por eso recomienda hacer actividad física para dormir bien, ya que esta promueve una buena calidad del sueño a cualquier edad.

Los aportes de los académicos a este tema se ofrecieron en el podcast “El sueño y la salud”, que forma parte del programa SaludUNALcontigo, de la Facultad de Medicina y que se emite por Radio UNAL (98.5 FM). Escúchelo aquí.