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Petro vs. Cabal: ¿Quién controla la narrativa digital?

El presidente y la senadora se acusan mutuamente por amenazas y manipulación en redes sociales, en medio de una disputa que escala al plano judicial.

Petro vs. Cabal: ¿Quién controla la narrativa digital?

Una nueva confrontación entre el presidente Gustavo Petro y la senadora María Fernanda Cabal reavivó la tensión política en Colombia, esta vez por una supuesta red de usuarios en X (antes Twitter) que, según el mandatario, estaría dedicada a amenazar a figuras progresistas, incluido él mismo. El jefe de Estado solicitó a la Fiscalía y a la Policía una investigación judicial sobre el caso y pidió a la Corte Suprema indagar la posible relación de la congresista uribista con esa red.

Petro, desde su cuenta personal, denunció la existencia de una estructura digital destinada al hostigamiento y a la incitación al odio, y vinculó directamente a Cabal. La senadora respondió de inmediato, rechazando las acusaciones y anunciando acciones legales contra el presidente, a quien acusó de calumnia, violencia de género y persecución política. “¡Petro no sea cobarde!”, escribió en su publicación, asegurando que su vida y la de su familia están en riesgo.

Además, Cabal anunció que llevará su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunciando lo que calificó como una estrategia de silenciamiento contra voces de oposición. La senadora exigió al mandatario una rectificación pública y aseguró que el Gobierno utiliza bodegas digitales para intimidar y desacreditar.

Este cruce no es aislado. La tensión entre el Ejecutivo y figuras del Congreso se ha intensificado desde el hundimiento de varias reformas impulsadas por el Gobierno. Incluso, senadores como Efraín Cepeda han acudido a instancias internacionales por presuntos ataques institucionales desde la Casa de Nariño.

El fondo de esta confrontación va más allá de un simple choque de opiniones. Analistas señalan que el control de la narrativa en redes sociales se ha convertido en una herramienta estratégica de cara a las elecciones de 2026. Tanto oficialismo como oposición disputan el relato público para fortalecer sus respectivas bases.

Tomado de El Espectador